Pese a que soy devorador de todo juego de PS2 que cae en mis manos (siempre juego unos 30 minutos para saber si me gusta o no... y si me gusta lo pongo en mi lista de "futuribles") he de confesar que soy muy escéptico con respecto a las adaptaciones cinematográficas. De esta manera sólo tengo el juego de Spiderman 3 (un truño) y de Harry Potter y el Cáliz de Fuego (otro truño) en mi "juegoteca". Despues están los juegos "basados en" como los patéticos "Piratas del Caribe" (bueno, el último no está mal, es un juego malo pero no repelente) o "El Señor de los Anillos: La tercera edad" -clon malo del Final Fantasy X pero sin pueblos, gente con la que hablar etc.- que cometí la desfachatez de pasarme.
Pero algo extraño pasó por mi mente cuando me hice con "Harry Potter y La Orden del Fénix". El libro me gustó mucho (aunque no tanto como "El Cáliz de fuego") y, en un arranque de masoquismo, lo introduje en la PS2... para sorprenderme.
La primera sorpresa que me llevé fueron los gráficos, bastante pulidos y sin cantes de texturas dolorosos para la vista, bastante comunes en estos juegos, el doblaje era bastante correcto con las voces originales y bla bla bla... en fin, que técnicamente es decente, incluso me atrevería a decir que por encima de la media, un punto a favor. Pero el sorpresón fue la jugabilidad, los hechizos se realizan con suaves movimientos del stick derecho, y el juego es un pseudo-GTA por Hogwarts... muy bien representado.
Lo cierto es que me lo estoy pasando realmente bien con la nueva aventura de Potter, uno de tantos juegos que me han hecho comerme mis palabra y prejuicios.
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